Cerrando un capítulo.

Hacer y deshacer.
Ver y reaparecer.
Utilizar la magia del foco para sacarte a bailar
y ver contigo el atardecer.
Tú caminas serena
como el respirar de un santo,
yo a tu lado,
contento y desesperado,
pensando que llegará el día en que te canses de mí
y me soltarás la mano
para irte corriendo a por aquello que has venido.
Yo me quedaré sólo mirando las estrellas,
pensando en voz baja
y gritándome en lo más profundo:
"Si tiene que ser, será."

Aprendo a dejar ir,
a seguir aunque duela,
a rendirme al momento
por más que se resista,
a ser quien soy hoy en el momento
pues mañana otro será
quien escriba estas frases desahogadas.

Ya no recuerdo con pena,
me alegra haber vivido lo vivido,
me apena no poder estar más contigo,
pero ese capítulo está en otro libro
y ahora me toca a mí escribir el mio.

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