Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2018

El esperpento de mi llegada.

Pararse a pensar, es un feo habito de quienes buscan sufrir. Yo lo hago. A menudo disfruto cuando se me aparta, cuando me quedo sólo sin mejor compañía que mi copa de vino ya medio vacía. Hoy, este texto no es por ti, mi amor, hoy escribo por el simple gusto de escribir, por exhibir la belleza que aguarda en mis palabras. Sintetizando la buena vibra que demora ser liberada en mi pecho. Saco todo peso que liga mis pies al abismo. Sin ganas de sobrevivir, espero, grande y fortuita es la sorpresa que condensa el alba, con las gotas del rocío salpicadas por el prado celeste. Mírame y desespera, tormenta que hallarás en mi mirada. Acuéstate cómoda en los nudos de mi barba y escucha atentamente lo que tengo que contarte, pues he venido al mundo a difundir mis historias, y tú, como ningún otro en esta escuela, partirás a su visita sin contemplar el esperpento de mi llegada a tu alma. Ahora corre, encuentra aquello por lo que has venido a lu

Hoy por mi, mañana por siempre.

Siéntete segura en mis brazos pequeña niña. No temas. Pues soy quien apacigua las nubes en noches de tormenta, para que puedas dormir tranquila. Soy quien envía a los ángeles del cielo para que sean tu resguardo. No como, no bebo, si te veo sufrir. Sí amo, si todo, contigo. Hoy por mí, mañana por siempre, a tu lado yo quiero encontrar mi muerte; y no llores, pues para hallar ese lugar especial donde poder encontrar paz, hay personas que se van si haber podido atisbar siquiera su llegada. No dependo de ti, tan solo quiero ser tu bastón al andar, el brillo en tus ojos al pasar una estrella fugaz, el recuerdo que te haga sonreír al mirar atrás, la canción que te abrace cuando lo estés pasando mal... Encontré mi hogar cuando te conocí, ahora permite-me que vuelva a volar libre y cantarín dentro de la bonita jaula que construiste para mi.

Faro de esperanza.

Miedo, fiel compañero. ¿Será tan solo una faceta humana? ¿O es algo más arraigado? Algo primitivo, instintivo, primigenio. ¿Tendrían miedo los primeros entes del universo? Es absurdo buscar una respuesta a esta cuestión, como lo es dejarse llevar por él. Está en todo, por eso no podemos deshacernos de él. Sería lo mismo que rechazar la vida. El nacer te sentencia a morir, como la felicidad te condena a temer perder-la. Mira la golondrina surcando el cielo tormentoso. ¿A caso ella no teme al temporal? Y aunque lo hiciera, qué más da. Ella vive. Sabe qué le depara el destino si no logra cruzar, pero aunque muera surcando el ancho azul podrá marchar tranquila sabiendo que por lo menos condujo las riendas de su propia providencia. Hay respuestas que cuestan de escuchar, pero éso no me va a frenar, me hace querer convertirme en  faro de esperanza para aquellos a quienes el miedo halla paralizado y no logren encontrar su propia verdad.

Bon voyage princesse.

Te conocí como amiga, y ya me gustabas. Vivimos juntos y llegaste a enamorarme. Ahora cada uno camina de su propio lado, avanza por el camino que mas le conviene. Pero de tanto en tanto, uno se gira para ver los pasos del otro, comprobar si avanza, si está bien, si sigue adelante. Hay pasos que se han de dar separados, pero uno no está solo si sabe que hay alguien que le quiere. Tú, por muy lejos que te vayas, no vas a estar nunca sola, eres amor, y la gente te quiere, yo te quiero y por mucho que pase seguiré haciéndolo. Camina por calles desconocidas, descubre el mundo con tus propios ojos, vive su belleza en tu propia piel, disfruta y hazte valer tal y como yo te veo. Y cuando vuelvas, cuéntamelo todo, porque si hay algo más bonito que recorrer el mundo, es hacerlo a tu lado, de tu mano,  escuchando sus historias saliendo de tu voz. Bon voyage princesse.

Pensar antes de hablar.

Ayer doña fortuna me giró la cara: - Me quedé sin leche para el café. - Envié un mensaje importante inacabado.  - Me clavé astillas en los dedos.  - Se me cayeron dos potes de tomate (tuve que recogerlos). - Compré una sudadera al extranjero, resultó ser de mujer. - Rompí una cachivache en el trabajo. - Cerré mal el congelador y se me derritieron todos los helados. - Puse la lavadora y olvidé colgar la ropa después. Podría seguir, en serio, pero nada de eso me quitó el ánimo. Seguí adelante, positivo, intentando hacer reír a los demás con mis desgracias, a mí el primero. No sé, hay algo nuevo en mi, o algo viejo que ha despertado. Cambio, espíritu, llamadlo como creáis conveniente, pero es justo ésto lo que necesito cuidar y preservar, ese magnetismo a lo positivo, el pensar antes de hablar como aquel que dice.

La apuesta por la felicidad.

¿Cómo volver a la normalidad después de volver a verte? Vida cotidiana, trabajo, amigos, bares y más bares. ¿Dónde queda la magia? ¿Me la robaste? ¿O fui yo quien te la regaló? Por la noche miro a las estrellas, intentando regresar en el tiempo. Sigo por el paradójico camino de la auto-realización, hago aquello que me llena y que tomo por propia convicción; pero, ¿qué hago si solo tu compañía me hace sentir completo? No es justo, no puedo pedir que me acompañes en el camino, tú tienes tus propios pasos que has de seguir, soy consciente. Pero, algún día, tarde o temprano, estaremos preparados. Sé por lo que estoy luchando, sé lo que me hace feliz, sé que te piensas que me lo estas pidiendo, pero no eres tú, soy yo, la espera es mi decisión. No espero, entreno para que a mi lado no tengas miedo, ser digno de tus besos y fuerte para poder disfrutar de cada momento. No sé, quizá todo esto sean solo palabras al viento, pero lo que siento en el