La carta que no te mandé.
Aunque durante el resto del día pueda distraerme, sigues siendo mi primer pensamiento. Pasará el tiempo y siempre podré recordarte como mi primer (y quizá único) amor verdadero. Quizá ahora no pueda evitar sentirme dolido, pero es que todavía no sé cómo dejar ir del todo tu recuerdo. Quizá es que soy consciente de lo mucho que vales, de lo mucho que me complementabas y de todas las cosas que me han quedado por hacer contigo... Pero estoy orgulloso de poder ser de las pocas personas que saben: - Que roncas cuando duermes. - Que te gustaba teñirte el pelo color cobrizo, a veces con henna, a veces no. - Que te mordías las uñas cuando trabajabas largas horas frente al ordenador. - Q ue te cuesta tomarte un momento de descanso y no sentirte productiva. - Que tienes el corazón más grande que ha bombeado en este planeta - Que lloras cuando ves vídeos de animales. - Que si no llevas el piercing del labio, tal vez sea por mi... - Que te tomas una copa de vino al cocin