Alcohol para las heridas.

Maldito ron.
Dice que quiere ser tu amigo
pero te miente.
Dice poder ayudarte
y te engaña.
Te hace ver el mundo a tu gusto
y creer su falsa realidad.

Pero como ya he demostrado,
me cuesta renunciar.
La única fuerza que necesito
la busco sin cesar
con una botella como catalejo.

Al tiempo lo que es del tiempo.
Hoy abandono este mundo
y voy tras mi propia pista.
Quiero regresar a ser quien era,
antes de conocer la felicidad.

Las palabras ya no valen nada.
Las letras pierden su forma.
Estoy cansado de inventarme sentidos.
Quiero olvidarme,
asesinar a esta forma ruin de pensar
y dejar de sufrir
y volver a respirar.

No es tu culpa, botella.
Es que te sigo queriendo
pero ya no puedo.

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