Hoy por mi, mañana por siempre.

Siéntete segura en mis brazos pequeña niña.
No temas.
Pues soy quien apacigua las nubes en noches de tormenta,
para que puedas dormir tranquila.
Soy quien envía a los ángeles del cielo
para que sean tu resguardo.

No como,
no bebo,
si te veo sufrir.
Sí amo,
si todo,
contigo.

Hoy por mí, mañana por siempre, a tu lado yo quiero encontrar mi muerte;
y no llores, pues para hallar ese lugar especial
donde poder encontrar paz,
hay personas que se van si haber podido atisbar siquiera su llegada.


No dependo de ti, tan solo quiero ser tu bastón al andar,
el brillo en tus ojos al pasar una estrella fugaz,
el recuerdo que te haga sonreír al mirar atrás,
la canción que te abrace cuando lo estés pasando mal...

Encontré mi hogar cuando te conocí,
ahora permite-me que vuelva a volar
libre y cantarín
dentro de la bonita jaula que construiste para mi.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Quizá, no sé.

Más allá de las nubes.

Vestido de primavera.