La apuesta por la felicidad.

¿Cómo volver a la normalidad después de volver a verte?
Vida cotidiana, trabajo, amigos, bares y más bares.
¿Dónde queda la magia?
¿Me la robaste?
¿O fui yo quien te la regaló?

Por la noche miro a las estrellas, intentando regresar en el tiempo.
Sigo por el paradójico camino de la auto-realización,
hago aquello que me llena y que tomo por propia convicción;
pero,
¿qué hago si solo tu compañía me hace sentir completo?
No es justo, no puedo pedir que me acompañes en el camino,
tú tienes tus propios pasos que has de seguir, soy consciente.
Pero,
algún día, tarde o temprano, estaremos preparados.
Sé por lo que estoy luchando, sé lo que me hace feliz,
sé que te piensas que me lo estas pidiendo, pero no eres tú,
soy yo,
la espera es mi decisión.
No espero, entreno para que a mi lado no tengas miedo,
ser digno de tus besos y fuerte para poder disfrutar de cada momento.

No sé, quizá todo esto sean solo palabras al viento,
pero lo que siento en el pecho cuando nos recuerdo,
si existe la verdad, tiene que ser éso.

Y si aceptas la promesa que yo te presto,
y entiendes el sentimiento que me despiertas,
sabrás qué por mucho tiempo que me cueste,
apostar por nosotros siempre será
la apuesta por la felicidad.


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