La llave del laberinto.

Si me preguntasen cual es mi truco,
les diría no pensar.
Así nace lo que narran mis digitales,
de la más brava e intrínseca inspiración
que todo ser viviente posee en este mundo.
Aunque no todo se plasme en el papel,
la pasión siempre encuentra su vía para ser mostrada.
En muchos de mis relatos añado frases o palabras que,
de otro modo,
no tendría sentido expresar en el mundo moderno.
¿Qué hace entonces que funcione?
No lo hace,
pero así es.

Confía,
en ti más que en nadie;
así cuando te enfrentes al vacío
y no tengas paracaídas para volar seguro,
como mínimo,
no te importará en donde vayas a caer.
Si sabes que lo tienes dentro,
se sientes que lo debes hacer,
déjate ser escrito,
pues las letras son sólo las baldosas amarillas
para cimentar tu propio camino al castillo de Oz.

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