Pluma.

Acabo de ver un pajarito saludándome por la ventana
y he sentido cómo me animaba a seguir con mi misión.
Me he visto reflejado en sus plumas,
todas ellas atadas a un solo ser,
capaz de hacer lo que quiera por puro placer.
Sé que soy tu pluma,
sé que podrías llegar a tocar el cielo sin mí,
sé que tu corazón podría llegar a sentirse aliviado sin mi peso,
pero también sé
que soy la pluma que utilizas cuando escribes,
soy la que te cubre por la noche cuando tienes frío,
la que reza por ti cuando tienes pesadillas,
la que se soltará el día en que no la necesites.
Pero todo eso me da igual,
porque yo no concibo la libertad
sin poder disfrutar la brisa volando a tu lado.

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